¿Te imaginas un futuro donde la computación cuántica deje de ser una promesa lejana y se instale en la vida cotidiana, tan presente como tu móvil o tu portátil? Bienvenido al comienzo de esa nueva era: la llegada del primer computador cuántico de pila completa construido con chips de silicio, ya es una realidad en el Reino Unido. El silicio, el mismo material que gobierna los dispositivos modernos, ahora es el corazón de una revolución cuántica.
Un salto histórico: del laboratorio a la tecnología real
No es ciencia ficción, ni tampoco solo un logro para héroes de bata blanca en un sótano universitario. El equipo británico de Quantum Motion, impulsado por el saber hacer de ingenieros y científicos visionarios, ha entregado el primer computador cuántico de “pila completa” que respira y late gracias a chips de silicio. El mismo silicio que mueve el mundo digital actual.
Su nueva casa es el National Quantum Computing Centre (NQCC), donde este prodigio será puesto a prueba con desafíos reales: búsqueda de nuevos medicamentos, optimización de sistemas energéticos, todo lo que hoy parece insalvable para la computación clásica.
¿Qué significa un computador cuántico de pila completa?
El término “pila completa” no es caprichoso. Habla de integración: la máquina no es solo un procesador cuántico experimental aislado, sino un sistema acabado, listo para hablar el idioma de los científicos y las empresas. Incluye desde la Unidad de Procesamiento Cuántico (QPU) hasta la interfaz de usuario y todas las capas tecnológicas que permiten ejecutar programas, gestionar datos y controlar los demonios cuánticos que habitan en los qubits.
Lo realmente rompedor es que este ordenador aprovecha la tecnología CMOS de silicio, exactamente la que se emplea en los chips que hay dentro de tu teléfono o en el portátil en el que puedes estar leyendo esto. Su ventaja inmediata: producción a gran escala, replicabilidad y potencial democratizador.
Silicio: el puente entre el mundo clásico y el cuántico
¿Por qué es tan relevante el silicio? Porque ya existe una infraestructura industrial capaz de fabricar chips a un coste razonable y con altos niveles de control. Quantum Motion aprovecha esa ventaja, dando un salto gigantesco: pasar la computación cuántica de prototipos frágiles y hechos a mano a máquinas robustas, funcionales y listas para ampliar su escala.
De hecho, la empresa nace precisamente de esa visión. Fundada en 2017, Quantum Motion reúne a expertos de la University College London y la Universidad de Oxford, con equipos repartidos por Londres, Estados Unidos, Australia y España. No solo saben de ciencia; saben levantar capital —más de 62 millones de libras— y construir equipos globales con más de cien personas.
“La computación cuántica de silicio acaba de aterrizar”
Así lo anunció el profesor John Morton, director de tecnología y uno de los padres de la criatura, no con poca emoción. «Ver nuestro sistema instalado en el NQCC, fruto del trabajo épico y multidisciplinar de Quantum Motion, deja claro que el futuro cuántico ya está aquí», afirmó.
Desde el gobierno del Reino Unido tampoco escatimaron en entusiasmo. Lord Vallance, ministro de Ciencia, está seguro de que esta nueva generación de ordenadores será clave para acelerar la investigación médica —¿fármacos contra enfermedades aún incurables?— o para optimizar redes eléctricas, algo esencial en la lucha por una energía más limpia y eficaz.
¿Supercomputadoras? Esto va más allá
Lo fascinante de las computadoras cuánticas es que se nutren de las leyes más misteriosas de la física. Hablan el lenguaje del átomo, del electrón que baila entre estados posibles, y convierten lo imposible en cálculo: simulaciones químicas, materiales revolucionarios, predicción del clima, soluciones para el cambio climático.
En teoría, estas máquinas podrían rendir mejor que las supercomputadoras más potentes en misiones tan variadas como diseñar nuevos medicamentos, entender mejor la naturaleza o desentrañar los códigos ocultos de la vida misma.
“Este es el momento del silicio”
Así lo resumió James Palles-Dimmock, CEO de Quantum Motion, en una frase que suena casi a eslogan universal: “Hemos demostrado que se puede construir un computador cuántico robusto y funcional utilizando la tecnología más escalable del mundo, con capacidad de producción en masa”.
Quizá, en unos años, hablemos con nostalgia de este septiembre como “el mes en que la computación cuántica se volvió realmente posible para todos”.
Mira el corazón tecnológico de la revolución

- Nueva era para la investigación biomédica y energética.
- Desarrollo basado en silicio: más accesible y escalable.
- El Reino Unido pone la primera piedra del futuro cuántico con tecnologías reales.
Así, el silicio da el salto definitivo. Ya no solo como cimiento de la explosión digital, sino como llave maestra hacia un futuro donde la frontera entre lo posible y lo imposible se desdibuja a ojos vista.





