Imagina la Tierra helada, un mundo donde dos continentes se rozan, separados solo por una franja de mar gélido. ¿Fue acaso por este puente escondido bajo el hielo y las olas por donde los primeros humanos pusieron rumbo a América? El Estrecho de Bering, esa puerta entre Asia y Alaska, guarda secretos que un nuevo estudio acaba de redefinir por completo.
El antiguo Puente Terrestre de Bering: menos tiempo abierto, más misterio
Durante muchos años, los científicos creían que el Puente Terrestre de Bering —esa lengua de tierra que unió Asia y América del Norte— estuvo emergido por más de 70.000 años. Pero ahora, una investigación publicada en Quaternary Science Advances sacude los cimientos: su aparición pudo suceder hace tan solo 35.000 años, justo antes de que la Tierra se helara por completo en la última glaciación. ¿Por qué es tan impactante este dato? Porque reduce drásticamente la ventana temporal para que humanos y animales cruzaran al Nuevo Mundo.
La prueba de las huellas y el reloj del tiempo
Piensa en las antiguas pisadas halladas en el Parque Nacional White Sands en Nuevo México, datadas en unos 23.000 años. Este nuevo cálculo haría que los primeros habitantes humanos pisasen suelo americano poco después de que el puente quedase al descubierto. Es decir: el paso entre Asia y América fue mucho más fugaz y reciente de lo creído. Un guiño al misterio de las migraciones humanas y animales.
Glaciaciones, hielo y mares que suben y bajan
La historia de nuestro planeta se mide, muchas veces, en capítulos de hielo y deshielo. Cuando el clima se enfría hasta el extremo, enormes capas de hielo cubren tierra y mar; el agua que se congela hace que el nivel del mar descienda decenas y decenas de metros, dejando al descubierto puentes y cordilleras escondidas. Pero cuando el hielo se retira, las aguas lo inundan todo otra vez.
El puzle de los niveles del mar y el papel del hielo
Saber cuándo exactamente surgió y desapareció el puente de Bering es un desafío. Los niveles del mar de hace decenas de milenios resultan muy difíciles de calcular con precisión. Además, las latitudes polares como el Bering sufrieron los efectos del peso aplastante del hielo, que modificó localmente el nivel marino mucho más de lo esperado. A esto se suma la incertidumbre: las mejores estimaciones actuales admiten un margen de error de entre 10 y 20 metros.
La evidencia: fósiles, sedimentos y rutas migratorias
El estudio del equipo de Jesse Farmer, de la Universidad de Massachusetts Boston, se apoya en dos grandes pistas: los sedimentos marinos y los fósiles animales. Los nutrientes marinos encontrados en capas oceánicas indican que el estrecho estuvo abierto al mar —y no ocupado por tierra— entre hace 46.000 y 35.700 años. A su vez, los fósiles de mamuts, bisontes, leones y osos rescatados tanto en Asia como en América cuentan una historia similar: la migración animal solo fue posible cuando el puente reapareció, poco antes del auge de la glaciación más reciente.
- Los datos geológicos y biológicos apuntan al mismo periodo de apertura.
- Las simulaciones migratorias apoyan que hubo un gran “cierre” del paso durante decenas de miles de años.
¿Y si llegaron en barco?
El estudio abre otra puerta insospechada: si el puente de Bering estuvo sumergido durante más tiempo, ¿no podrían los primeros americanos haber cruzado el mar en algún tipo de embarcación primitiva? Es una hipótesis que gana fuerza a la vista de los conocimientos marítimos de antiguos pueblos del norte, como los antepasados de los inuit, y de los viajes de humanos modernos al sudeste asiático y Oceanía, donde fue vital dominar el mar abierto.
“Migrar a América antes de hace 40.000 años solo habría sido posible navegando. Y, hasta donde sabemos, ese tipo de travesías estaban solo al alcance de humanos modernos como nosotros”, resume la antropóloga Buvit, también citada en el estudio.
La ventana se cierra: nuevos retos para la ciencia
El hallazgo ajusta aún más la cronología de la gran migración humana y animal hacia el Nuevo Mundo. Y, de paso, genera nuevas preguntas: ¿quiénes cruzaron primero este efímero puente? ¿Cuántas especies quedaron atrapadas a uno y otro lado del mar helado? El Estrecho de Bering, visto desde el espacio, sigue siendo hoy ese umbral entre mundos, cargado de relatos y enigmas.