Lenguaje corporal del perro: comunicación con la cola y las orejas
Cuando mires a tu perro, como dueño experimentado, sabrás de inmediato qué es lo que molesta al animal. ¿Tiene un efecto predominante antes de caminar o antes de comer? ¿Estás indeciso por qué el gato ocupa su perrera? ¿O te das cuenta de inmediato cuando ha hecho algo que aún no has visto? El de cuatro patas transmite todas estas sensaciones sin «guau»: El lenguaje corporal es tan sofisticado que los más mínimos matices en la expresión facial y la postura revelan mucho. Descubra aquí cómo aprender a «leer» a su perro.
Diálogo sin palabras: ¿Cuál es el lenguaje corporal del perro?
Los perros tienen un gran repertorio de sonidos: ladran, gimen, gruñen o aúllan. Sin embargo, el verso representa solo una comunicación a medias. La mayoría ocurre de forma no verbal a través de la mímica, las expresiones faciales y los gestos. En ausencia de manos, el perro usa principalmente orejas y cola para «gesticular». A estos se agrega un tercer componente o la postura del cuerpo en general. El verdadero «lenguaje», que es el sonido, adquiere su verdadero significado contextual con el cuerpo.
¿Cuáles son los niveles de lenguaje corporal en el comportamiento del perro?
En la comunicación, los perros utilizan todas las alternativas mencionadas para comunicarse:
- Señales acústicas: Los ladridos, gemidos y aullidos son útiles individualmente, cuando no hay contacto visual entre los animales (o entre el hombre y el animal). Por ejemplo, un perro de búsqueda puede llamar al guía cuando ha descubierto algo, o una manada mantiene contacto entre varios perros.
- Gestos: La postura y el movimiento de la cola o la posición de las orejas son señales visuales que se pueden interpretar, incluso cuando el perro se encuentra a cierta distancia de los que están frente a él. Un movimiento de cola significa algo más que una cola rígidamente recta.
- Imitar: especialmente los ojos y los labios dominan la expresión facial real del perro y, de cerca, pueden transmitir mensajes muy diferentes.
- Acostado: La postura y la tensión del cuerpo enfatizan si el perro está confiado o a la defensiva, relajado o nervioso.
Las expresiones mudas siempre ocurren en combinación, mientras que los sonidos son opcionales. Además, los perros se transmiten información sobre los olores entre sí, de modo que la comunicación entre animales todavía tiene un componente olfativo.
¿Cómo debo interpretar el lenguaje corporal del perro?
Desde el hocico hasta la punta de la cola, el lenguaje corporal del perro utiliza las siguientes señales típicas:
- Posición de la cabeza: Una mirada ambigua indica paz, contacto visual directo, confianza en uno mismo, según el contexto, incluso confrontación. La cabeza se puede subir o bajar con cuidado. Si la cabeza se inclina «inquisitivamente» hacia un lado, el perro está inquieto y explora la situación.
- Ojos: pupilas contraídas e inmóviles y una mirada fija indican una amenaza. Un perro relajado y amistoso tiene pupilas grandes y una expresión bastante delicada. Incluso la postura de las cejas realza la expresión, solo piense en la famosa «mirada de perro».
- Bozal: los labios, las comisuras de la boca y los dientes nos dicen mucho. Las esquinas de la boca retraídas indican sumisión; si muestra los dientes, es una amenaza. Significado diferente, cuando los labios se giran hacia adelante y los caninos sobresalen ligeramente. De esta forma el perro se siente relajado. En general, una boca ligeramente abierta es un signo de relajación. Por otro lado, si el perro «bosteza» con la boca bien abierta, no necesariamente está cansado: también puede ser un gesto tranquilizador, está emocionado o algo anda mal con él.
- Orejas: Dependiendo de la raza, el juego de las orejas de perro es un poco más difícil de descifrar. Un animal con orejas caídas pronunciadas, como un perro salchicha, no puede señalar las orejas como lo hace un perro pastor. Por lo tanto, debe mirar un poco más de cerca el mensaje que su perro está dando con sus oídos. Las orejas hacia adelante indican seguridad y atención, cuando se extienden hacia atrás indican ansiedad o sumisión.
- Piel trasera: un perro agitado o agresivo puede pinchar su pelaje dorsal. Esto tiene el efecto óptico de hacer que el animal parezca más grande y más fuerte. Con el «cepillo» levantado, el perro expresa molestia o una clara amenaza.
- Cola: una cola que se balancea libremente revela una atmósfera amistosa, pero basada en la velocidad de la cola, también se mueve la emoción o, en el contexto apropiado, la agresión. Si permanece rígida o tiembla un poco, es señal de atención o malestar. Escondido entre las patas traseras, el amigo de cuatro patas indica que tiene miedo. Una vez más, las razas de cola corta pueden tener «problemas de comunicación». Con tales perros, toda la espalda se tambalea.
- Postura general: aquí es donde juega un papel el «cambio» de altura corporal. Si el perro crece o «se hincha», tiene confianza y quizás quiera impresionar a un oponente. Si el perro intenta parecer más pequeño (por ejemplo, poniéndose en cuclillas) o doblando sus patas traseras, es inseguro y temeroso. Si se acuesta boca arriba y muestra su barriga, es un gesto de sumisión. Si, por el contrario, baja la parte delantera del cuerpo y estira la espalda hacia arriba, es una invitación al juego, acompañado del meneo de la cola.
¿Dónde surgen los malentendidos sobre el lenguaje corporal del perro?
En la relación con tu perro, es necesario intentar siempre no solo prestar atención a las señales de su cuerpo, sino también reaccionar ante ellas de forma adecuada. Algunos elementos del lenguaje corporal humano son interpretados por el perro de una manera completamente diferente de lo que esperamos.
Por ejemplo, tenga cuidado de no mirar a un perro directamente a los ojos; desde el punto de vista del perro, este es un gesto amenazante. Lo mismo ocurre con la sonrisa: incluso si muestra una amplia sonrisa frente a un perro con las mejores intenciones, el animal interpreta que el hombre «muestra los dientes» y «tira de los labios hacia atrás» completamente mal.
No toque repentinamente a un perro por detrás y no se incline sobre él: esto también puede percibirse como un gesto desagradable de la nariz. Una peculiaridad: los investigadores del comportamiento de la Universidad de Florida han descubierto que el desempeño de transferencia de los perros al interpretar el mimetismo de personas conocidas actúa de una manera más diferenciada y no al revés.