¿Cuánto cuesta a los animales moverse en grupos?
Para moverse en grupos y mantener un ritmo constante, los animales deben realizar grandes sacrificios de energía: esto está respaldado por un estudio realizado en babuinos.

Un grupo de babuinos verdes (Papio anubis) Edwin Godinho / Shutterstock
Hay animales que viven solos y otros que prefieren estar en grupo. La afirmación es trivial y obvia, por supuesto, pero la forma en que esta elección afecta a todos los aspectos de la vida de un ser vivo lo es mucho menos. Una existencia solitaria significa, por ejemplo, no tener que compartir recursos con nadie y poder esconderse (para cazar o evitar ser cazado) más fácilmente, mientras que la vida en grupo permite protegerse unos a otros, compartir recursos, ayudarse unos a otros y también para transmitir información.
¿Cuánto cuesta? Ambas opciones tienen costos: los animales que viajan en compañía, por ejemplo, deben moverse todos a la misma velocidad para no correr el riesgo de dejar atrás a los animales más frágiles. Un nuevo estudio publicado en Actas de la Royal Society B por un grupo de científicos del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, examinó este último aspecto: midió el costo, en términos de energía, de la vida en una manada para un grupo de babuinos, y encontró que todos los especímenes deben hacer sacrificios si quieren moverse al unísono en lugar de dispersarse.
Los babuinos son primates sociales que viven en grupos estables que pueden incluir hasta 150 individuos. Una manada de babuinos incluye todos los grupos de edad, desde cachorros recién nacidos que están aprendiendo a caminar hasta machos adultos, que pueden alcanzar los 30 kg de peso; sin embargo, cuando se mueven, lo hacen en grupo, y ningún espécimen se queda atrás porque es demasiado lento (o deja atrás al grupo porque es demasiado rápido). Esta sincronía tiene un costo, porque requiere que ningún miembro de la manada se mueva a su velocidad, pero que se alcance un compromiso que permita a todos los individuos caminar al mismo ritmo.
En el equilibrio. Para calcular exactamente este gasto, los investigadores observaron una manada de 25 babuinos, todos los cuales estaban equipados con un dispositivo portátil similar a los rastreadores de fitness que los humanos usamos para medir factores relacionados con el movimiento, como el número de pasos dados, el promedio velocidad y velocidad máxima alcanzada, etc. Datos de este tipo también permiten calcular el gasto energético de cada babuino, correlacionando los datos relativos al movimiento con los biométricos (cuántos años tiene, qué tamaño tiene, cuánto pesa).
El resultado de esta observación, que se ha prolongado durante años y que ha proporcionado unos 120 millones de lecturas relativas a los movimientos de ejemplares individuales, es que todos los babuinos sacrifican algo cuando se mueven en grupos. Los individuos más grandes, que tienen piernas más largas y, por tanto, se mueven más rápido, tienen que reducir la velocidad: si llegaran al máximo dejarían atrás al resto del grupo. El verdadero problema, sin embargo, son los individuos más pequeños, que se ven obligados a acelerar y gastar más energía para mantener el ritmo de la manada.
El ritmo perfecto. Para confirmar estos datos, los investigadores también construyeron una simulación por computadora, en la que hicieron que los individuos se movieran a su velocidad preferida: como era de esperar, vieron que si las manadas de babuinos no se movían al unísono, se desintegrarían en poco tiempo. Según los autores, la elección del ritmo perfecto para la manada es una decisión colectiva: los miembros del grupo se coordinan entre sí observando y calibrando su velocidad con la de los que les rodean.
Hablando de animales que forman grupos, echa un vistazo al espectáculo los que se muestran en el siguiente vídeo: