Por primera vez vimos a una orca matar sola a un tiburón blanco de tres metros

Por primera vez vimos a una orca matar sola a un tiburón blanco de tres metros

La orca Estribor atacó y mató a un tiburón blanco sin la ayuda de la manada. Se trata del primer caso documentado de depredación en solitario de una orca sobre un tiburón.

Hace ya un par de años que os contamos las aventuras de Puerto y Estribor, dos orcas que viven en aguas de la provincia sudafricana del Cabo Occidental y que están haciendo una auténtica matanza de tiburones blancos, obligándoles a cambiar sus hábitos y frecuentaciones.

Los dos mamíferos, ambos machos, cazan siempre juntos, o eso creíamos: el análisis de un incidente ocurrido en 2023 cerca de Seal Island, y en el que un tiburón blanco de casi tres metros de largo fue la víctima, reveló que el ataque lo llevó a cabo el Estribor en solitario.

Se trata del primer caso documentado de depredación en solitario por parte de una orca sobre un tiburón, algo que antes se creía imposible. Los comentarios sobre el incidente se publican en el Revista Africana de Ciencias Marinas.

Delicioso hígado. Las orcas son animales sociales y utilizan la fuerza combinada de la manada para sus cacerías. En particular, Babor y Estribor son inseparables: sus incursiones se han documentado a lo largo de la costa sudafricana desde 2017.

Es especialmente impresionante que vayan a por tiburones blancos, considerados en la cúspide de la red trófica como ellos. Lo hacen porque el hígado de estos peces es particularmente sabroso, además de estar hinchado de aire y tender así a flotar: esto facilita a las orcas no perder de vista a sus víctimas.

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El caso de Estribor es, por tanto, excepcional: es la primera vez que vemos un ataque de este tipo, en el que sólo actúa una mitad de la pareja. (no sabemos dónde se encontraba Puerto durante el incidente).

Los efectos de la masacre en el ecosistema. El impacto de las dos orcas sobre los tiburones (no sólo blancos) de Sudáfrica es enorme, y el hecho de que Puerto y Estribor estén aprendiendo ahora, al parecer, a cazar por sí mismos es aún más preocupante: pueden surgir otras estrategias para las que los tiburones no estén preparados, lo que podría tener un impacto aún mayor sobre su población.

Por no hablar de que eliminar a los tiburones blancos de la ecuación del ecosistema significa alterar su equilibrio de formas aún impredecibles: el riesgo, según los autores del estudio, es que toda la costa occidental de Sudáfrica sufra los efectos de esta matanza, que ahora ya no es sólo de parejas.

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