Helado para perros: refrescarse de forma sabrosa

Helado para perros: refrescarse de forma sabrosa

Cuando el termómetro sube por encima de los 30 grados, casi todo el mundo busca algo para refrescarse. ¡Por supuesto que el perro también! Cuando lamimos nuestro helado, nuestro amigo de cuatro patas nos mira con ojos soñadores, pero lamentablemente, por su contenido de azúcar y grasa, el helado no es apto para perros.

Cualquiera que quiera mimar al cachorro de vez en cuando y refrescarlo de las temperaturas del verano, ¡puede probar el helado para perros! Puedes hacerlo en poco tiempo y es un delicioso refrigerio.

Solo se permiten pequeñas porciones de helado

Una premisa importante: el helado para perros debe ofrecerse al perro sin exagerar y de forma esporádica. Los perros generalmente no están predispuestos a comer alimentos congelados, lo que puede provocar problemas estomacales. Por esta razón, déles una porción muy pequeña a la vez y solo ocasionalmente.

Además, para perros especialmente sensibles, es mejor descongelar parcialmente el helado. Después de todo, aun así, ¡un regalo especial sigue siendo el mismo! Para hacer helado para perros, usa un molde de hielo que te permita hacer pequeños cubos. Por lo tanto, puede darle a su perro un cubo de vez en cuando, siempre que lo tolere bien la primera vez y no muestre signos de diarrea o dolor de barriga.

Cómo funciona: helado casero para perros

¿Qué pones dentro de los moldes? Por supuesto, nada de leche y nata como nuestro helado, porque ninguno de los dos ingredientes es tolerado por los perros. Pero puedes congelar un yogur natural, endulzado con una cucharadita de miel. ¡O caldo de pollo! A tu cachorro le encantará.

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¿Otra gran opción? Coloque las golosinas de comida para perros en un molde y llénelo con agua. El perro lamerá el hielo para llegar a los bocados. Si a tu perro le encantan las frutas, también puedes congelar una manzana cortada, un trozo de plátano o una fresa. ¡Lo refrescarán, además de ser un gran entretenimiento! Por supuesto, no utilice uvas ni pasas, que son perjudiciales para el perro.

Congelar los juguetes

Si su amigo de cuatro patas está loco por los juguetes, puede intentar cubrir una bola de espuma con una fina capa de hielo. Ponlo en un bol con un poco de agua y congélalo.

Sin embargo, asegúrese de que el juguete sea lo suficientemente grande como para no meterse accidentalmente en el estómago del perro cuando lo lama. Verás: tu pequeño estará deseando acechar en un lugar sombreado, disfrutar de su delicadeza y refrescarse. ¡Genial, diviértete!

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