Los ratones machos distraen a sus rivales con… hembras
Las hembras como arma de distracción masiva: cuando son atacados, los ratones machos se «esconden» detrás de una hembra para desviar la atención del atacante.

Los ratones machos utilizan a las hembras para distraer a los atacantes. acilino / Shutterstock
Los ratones son animales sociales, con jerarquías de grupo muy específicas, y evidentemente no todos los ejemplares son iguales: sobre todo entre los machos, los hay más agresivos y más sumisos, que hacen todo lo posible para evitar conflictos. La táctica que utilizan con más frecuencia, según un nuevo estudio publicado en Biología PLoS es el de distracción: cuando se sienten atacados, los machos más tímidos se esconden detrás de las proverbiales faldas de las hembras, para desviar la atención del atacante.
La ayuda del aprendizaje automático. El descubrimiento se produjo (también) gracias al uso del aprendizaje automático: el equipo de la Universidad de Delaware que realizó el estudio siguió las interacciones internas de grupos de ratones, compuestos por dos machos y dos hembras, durante cinco horas consecutivas.
Lo primero que descubrieron los investigadores es que en todos los grupos siempre hay un macho más agresivo y que prefiere evitar los conflictos. Sin embargo, como las interacciones entre ratones son continuas, la observación directa resultó insuficiente: los investigadores entrenaron un algoritmo para modelar estas interacciones y comprender cuáles son las más frecuentes.
La única táctica eficaz. Los ratones machos que son atacados casi nunca quieren responder y, por lo tanto, se acercan a la hembra. De esta forma, el atacante los sigue y se distrae, concentrando su atención en la citada hembra e ignorando al macho al que quería «golpear».
Esta arma de distracción resultó ser la más eficaz: los ratones machos también utilizan otras tácticas para evitar conflictos, que sin embargo no siempre funcionan. Según los autores, la táctica es costosa a su manera, porque obliga al hombre atacado a desperdiciar energía para distraer al atacante; pero también es una garantía de que lo que pudo haber degenerado en un enfrentamiento violento acabe en nada.





