Los osos polares llevan 20.000 años en riesgo: ¿pero cuánto tiempo sobrevivirán?

Las poblaciones de osos de Groenlandia llevan 20.000 años en declive, pero el deshielo está acelerando el riesgo de extinción de la especie.

Los osos polares llevan 20.000 años en riesgo: ¿pero cuánto tiempo sobrevivirán?
Los osos polares son los más afectados por el deshielo.

Los osos polares se han convertido con el paso de los años en un símbolo de los desastres medioambientales provocados por el calentamiento global, una situación que, según un estudio publicado en Science Advances, tiene raíces mucho más profundas de lo que la gente cree: su población lleva disminuyendo más o menos rápidamente desde hace unos 20.000 años, porque es una especie especialmente sensible al cambio climático.

En resumen, lo que estamos presenciando en las últimas décadas no es nada nuevo: es «sólo» una preocupante aceleración de un fenómeno más antiguo.

Agua más caliente = menos alimento

Los osos polares se consideran una especie centinela, cuyo estado de salud es indicativo del estado general del hábitat en que viven. Para este estudio, el equipo de la Universidad de Copenhague se fijó en particular en la población que vive en la costa de Groenlandia, que incluye un número indeterminado de ejemplares, pero cuantificable en unos 5.000.

El análisis integró datos sobre el código genético de los osos, su dieta y distribución, así como la información de que disponemos sobre el clima local: el resultado es el descubrimiento de que las poblaciones de Groenlandia llevan unos 20.000 años disminuyendo en número. El motivo es el aumento de la temperatura del mar, que hace retroceder el hielo y, por tanto, que los osos dispongan de menos alimento.

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Un problema de ritmo

En los últimos 20.000 años, las aguas de Groenlandia han visto aumentar su temperatura entre 0,2 y 0,5 °C: parece poco, pero fue suficiente para provocar un colapso de la población de osos polares de entre el 20 y el 40%. El verdadero problema es que, en las próximas décadas, las previsiones climáticas dicen que esas mismas aguas se calentarán entre 2 y 5 °C, es decir, diez veces más que en los últimos veinte milenios.

Esto explica que el estado de los osos polares se considere tan crítico: sensibles al más mínimo aumento, están a punto de enfrentarse a un calentamiento extremadamente rápido que les privará del hielo que necesitan para vivir y obtener alimentos.

Una pequeña esperanza proviene del descubrimiento de que los osos de la costa este de Groenlandia tienen una dieta diferente a la de los de la costa oeste (donde la comida también es hoy relativamente más abundante): es posible que, para adaptarse a estos cambios extremos, esta especie «revolucione» su forma de alimentarse y encuentre nuevas fuentes de alimento. Posible, pero no seguro: como dice Eline Lorenzen, una de las autoras del estudio, «la situación no augura nada bueno para los osos polares».

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