Las hembras de colibrí se disfrazan para evitar el acoso

Las hembras del colibrí Florisuga mellivora conservan los colores brillantes típicos de los machos cuando quieren evitarlos.

Colibrí de la especie Florisuga mellivora.

Colibrí de la especie Florisuga mellivora. Milán Zygmunt / Shutterstock

¿Qué pasa si eres mujer y eres constantemente objeto de atención masculina no deseada? Los humanos estamos tratando de remediar este grave problema de diferentes formas, mientras que las hembras de otros animales han encontrado soluciones efectivas para mantener a los machos a distancia, para llamar su atención solo cuando sea necesario. Un ejemplo es el de los colibríes de la especie Florisuga mellivora: un estudio publicado en Biología actual muestra que las hembras de esta ave cambian el color del plumaje según las necesidades: es decir, si «consienten» o no cuando son objeto del deseo del macho.

¿Por qué algunas hembras brillan? Originario de América Central y del Sur, desde México hasta Brasil y Bolivia, el Florisuga mellivora es un colibrí muy colorido, de unos 12 cm de largo, muy extendido en los bosques del continente. Incluso fue el naturalista sueco Linnaeus quien describió la especie en 1758, demostrando que estamos hablando de un ave muy conocida y estudiada desde hace mucho tiempo. Sin embargo, hizo falta un investigador de la Universidad de Washington para notar un detalle sobre su coloración que siempre había escapado a las observaciones: cuando son jóvenes, las hembras de Florisuga mellivora tienen los mismos colores brillantes que los machos; cuando se vuelven adultos, la mayoría los pierde y su plumaje se vuelve gris y pierde su brillo. Sin embargo, este cambio de color no se aplica a todas las mujeres: en la población analizada para el estudio, el 20% de los adultos todavía tenían los colores brillantes típicos de los hombres.

Para averiguar los efectos de esta diferencia de color en los machos, Jay Falk y su equipo establecieron un experimento simple: recuperaron hembras de colibrí disecadas (de ambos colores), las colocaron alrededor de un comedero y observaron el comportamiento de los machos. Estos últimos «atormentaban» a las hembras grises, picándolas y volando a su alrededor, mientras ignoraban a las demasiado coloreadas.

Confundido con hombres. Según los investigadores, esto sucede porque las hembras de color se confunden con los machos y, por lo tanto, se las considera poco interesantes para fines reproductivos; por eso todas las hembras jóvenes (que aún no están listas para aparearse) tienen color, y por eso incluso algunos adultos prefieren mantener la coloración juvenil: no quieren ser atormentados constantemente por los machos, por lo que los copian a mezclarse con. Cabe señalar que la coloración masculina en algunas hembras adultas no es definitiva: cuando deciden que es hora de reproducirse, también cambian de color.

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