¿Cómo se aparean los tardígrados? Los machos buscan a las hembras usando su sentido del olfato
Por fin lo hemos descubierto: las hembras de tardígrados atraen a los machos mediante una señal química que sólo funciona bien en el agua.
Los tardígrados son todos iguales. No en el sentido de que tengan pequeñas diferencias que no sean visibles para nosotros los humanos, sino en el de que no poseen ningún rasgo secundario visible que permita distinguir los dos sexos, aparte de que los machos son ligeramente más grandes que las hembras: por eso la ciencia lleva años preguntándose cómo se las arreglan estos animalitos para encontrar a sus parejas, y así aparearse.
Un estudio sobre el Revista de Biología Experimental desvela por fin este misterio: los machos de los tardígrados utilizan su olfato para detectar a las hembras al sentirse atraídos por una sustancia química aún no identificada que éstas producen.
Pero, ¿Cómo se aparean los tardígrados?
El misterio del apareamiento de los tardígrados nos ha perseguido desde 1895, cuando se observaron por primera vez unos pocos especímenes «en acción». Desde entonces, nuestras observaciones se han intensificado, primero directamente y luego, en los últimos veinte años, gracias a técnicas de grabación en vídeo cada vez más potentes (y baratas).
Hace dos años, por ejemplo, llegó un estudio que resumía todo lo que se había descubierto hasta entonces sobre el tema y proponía algunas hipótesis para explicar los detalles que aún no teníamos claros. Una de ellas es la que nos interesa en este artículo: ¿cómo encuentran los machos a las hembras y las distinguen de otros machos? Los autores de aquel estudio propusieron que podría estar implicada la química, y la producción de alguna molécula capaz de atraer y guiar a las posibles parejas.
En agua o en blanco
Para probar esta hipótesis, el equipo de la Universidad de Jyväskylä, Finlandia, realizó un sencillo experimento doble: primero metieron un macho en un tanque con agua junto con una hembra y otro macho, luego repitieron la experiencia pero colocaron a los tardígrados en un recipiente lleno de agar, un gel utilizado a menudo como espesante alimentario, pero también como base de cultivos bacterianos. En el primer caso, el macho se dirigió decididamente hacia la hembra (que ignoró a sus dos compañeros de tanque); en el segundo caso, la detección resultó más difícil, pero cuando un macho entró y se encontró con la hembra por casualidad, no dejó de seguirla.
El experimento, por tanto, demuestra no sólo que las hembras de tardígrados atraen a los machos mediante algún tipo de señal química (aún tenemos que averiguar cuál), sino que, con toda probabilidad, la táctica sólo funciona bien en el agua y, por tanto, es en este medio donde los tardígrados se reúnen para aparearse.