¿Qué le está pasando a los renos de Papá Noel?
El aumento de las temperaturas está dificultando cada vez más la cría tradicional de renos en Noruega. He aquí los nuevos retos a los que se enfrentan los criadores de renos.
Anna-Laila Danielsen es investigadora en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, pero también tiene experiencia en una actividad típica de su país: la cría de renos, que los samis practican desde hace miles de años según métodos tradicionales que implican un profundo conocimiento de la tierra y su clima.
Y es precisamente este último detalle el que está creando grandes problemas a los granjeros (y a sus renos), como relata Danielsen en su tesis doctoral – investigación que desde entonces se ha ampliado y la ha llevado a colaborar tanto con agricultores como con las autoridades noruegas en un intento de comprender cómo mitigar los problemas causados por el aumento de las temperaturas.
La desaparición del hielo
El primero de estos problemas es que la cría de renos en Noruega es una actividad «móvil»: los rebaños se trasladan a distintas zonas del país según la época del año, para aprovechar las condiciones climáticas favorables. Esto implica, entre otras cosas, recorrer caminos que atraviesan ríos o lagos que se congelan en invierno; pero el aumento de las temperaturas está dificultando este proceso, cortando así las rutas migratorias de los renos.
Aún más peligrosas son las masas de agua que sólo se congelan en la superficie, porque los renos intentan cruzarlas, arriesgándose a romper la fina capa de hielo y caer al agua helada. Una de las soluciones propuestas al problema es la construcción de puentes para compensar la falta de superficies estables.
El futuro de los renos
En Noruega no sólo aumentan las temperaturas, sino también las fluctuaciones térmicas a corto plazo, en algunos casos de un día para otro. Un día cálido seguido de otro especialmente frío puede causar problemas a los renos: cuando hace calor, la nieve se derrite y el agua se filtra en el suelo; al día siguiente, cuando hace frío, esa misma agua se congela, creando una capa de hielo.
Si el fenómeno se repite varias veces se corre el riesgo de que la comida de los renos quede enterrada bajo varias capas de hielo y, por tanto, inalcanzable, obligando a los ganaderos a alimentar a los animales con forraje, que es caro y no tan sano.
Lo que hemos presentado aquí es sólo una lista parcial de los retos a los que se enfrentan los criadores de renos noruegos en los próximos años: Danielsen tiene la intención de continuar su trabajo y encontrar rápidamente soluciones prácticas, implicando también al Estado noruego y ayudando a los samis a cooperar con instituciones en las que todavía confían poco (a menudo por muy buenas razones).