¿Por qué algunos lobos americanos son negros?

En los bosques del sur de Estados Unidos hay lobos negros ausentes en el resto del país: descubrimos por qué.

Cuanto más al sur de EE.UU., más aumentan los lobos negros.

Los lobos, como le dirá cualquiera que haya visto uno, son grises. Al menos en Italia: si estuvieras en Estados Unidos y te encontraras viajando desde las fronteras septentrionales hacia las meridionales, descubrirías la existencia de lobos negros.

Y también se daría cuenta de que, a medida que viaja hacia el sur, esta variante de color es cada vez más frecuente: ausentes en Norteamérica, están en cambio relativamente extendidos a medida que se acerca a México.

Para entender por qué se produce esta variabilidad de color, un equipo de investigación de la Universidad de Oxford estudió 12 poblaciones de lobos distribuidas por Estados Unidos y comparó estos datos con otros recogidos en el Parque de Yellowstone en los últimos 20 años, y que no sólo tienen que ver con el color del pelaje, sino también con la resistencia de los animales a las enfermedades. El estudio se publica en Science.

Color y moquillo. El estudio partía de una hipótesis que posteriormente se verificó y confirmó experimentalmente: existe un vínculo entre el gen que codifica el pelaje negro (denominado CPD103) y la resistencia a las enfermedades. En particular a las enfermedades respiratorias, por ejemplo el moquillo: la región de ADN que contiene el CPD103, de hecho, también codifica una proteína que sirve para proteger al animal de estas enfermedades.

Según los autores del estudio, por tanto, tener el pelaje negro en lugar de gris significa también ser más resistente a ciertos virus. Para comprobar la hipótesis, los científicos fueron en busca de anticuerpos contra el moquillo, esperando encontrarlos sobre todo en los lobos de pelaje negro.

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Los resultados lo confirmaron todo: la presencia de anticuerpos «predice» el color del pelaje con notable exactitud. Además, en las zonas donde circula el moquillo, los lobos negros son más frecuentes que en las zonas donde la enfermedad aún no ha llegado.

No sólo lobos. El pelaje negro, por tanto, «protege» contra el moquillo, en el sentido de que tenerlo también significa estar equipado contra el virus. Y, de hecho, en las zonas donde la enfermedad está extendida, los lobos grises tienden a buscar parejas con pelaje negro, para maximizar la posibilidad de que sus crías también lo tengan y, por tanto, puedan sobrevivir a la enfermedad.

Esta conclusión también se ve confirmada por los datos recogidos en los últimos 20 años en Yellowstone, donde el moquillo lleva tiempo circulando: las parejas de lobos que viven en el parque tienden a estar formadas por uno gris y otro negro. Según los autores, es posible que el mismo patrón (un color vinculado a la resistencia a una determinada enfermedad) se dé también en otros animales, desde ranas a aves: una hipótesis que el equipo pretende poner a prueba en el futuro.

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