Para los tardígrados el mundo es blanco y negro
Los tardígrados, entre los animales más resistentes del mundo, no ven colores, sino diferentes intensidades de luz. Como las imágenes de viejos televisores en blanco y negro.
Un tardígrado (reconstrucción 3D).
Cuanto más descubrimos sobre los tardígrados, más los vemos como animales extraordinarios, casi milagrosos. Diminutos, rara vez miden más de 1 mm, se han ganado la reputación de ser criaturas invulnerables, capaces de sobrevivir en situaciones extremas: temperaturas demasiado altas o demasiado bajas para cualquier otro ser vivo, exposición prolongada a los rayos UV, incluso viajes espaciales.
En blanco y negro. Pero hay una cosa que los humanos sabemos hacer y los tardígrados no: ver el mundo en color. Un nuevo estudio publicado en Biología y evolución del genoma revela que, aunque los ojos de algunos tardígrados producen las mismas proteínas que los humanos usamos para distinguir colores, estos diminutos invertebrados son incapaces de hacer lo mismo, y su visión se basa principalmente en la diferente intensidad de la luz ambiental.
Que la vista no es el punto fuerte de los tardígrados lo demuestra, entre otras cosas, el hecho de que no todo el mundo tiene ojos, e incluso los que sí tienen estructuras relativamente sencillas, compuestas por unas pocas células fotosensibles y sobre todo carecen de lentes. . Esto significa que, dejando de lado los colores, los ojos de los tardígrados no pueden formar imágenes nítidas, sino que solo ven el mundo como una colección de manchas de luz y sombra.
No muy diferente, después de todo. Los ojos de los tardígrados, sin embargo, producen las mismas proteínas que utilizan otros invertebrados, pero también los humanos, para distinguir los colores: se llaman opsine y reaccionan a la luz. En el caso de nuestros ojos, las opsinas producidas son de diferentes tipos, y cada una reacciona a una longitud de onda diferente: tenemos las que detectan el rojo, las del verde y las del azul. Para los tardígrados, la situación es aparentemente la misma: aquellos que tienen ojos también tienen diferentes versiones de las opsinas, lo que podría sugerir que ven en color.
En realidad, la situación de los tardígrados es mucho más gris: al estudiar la actividad de las opsinas a los ojos de los tardígrados, los investigadores encontraron que las diferentes variedades no responden a diferentes longitudes de onda; su activación está más bien ligada a las diferentes fases de la vida del animal.
¡Inexplicable! Una conclusión sorprendente y en parte inexplicable, especialmente porque se ha demostrado que algunas de las opsinas más activas son las que se producen cuando los animales todavía están en el huevo y, por lo tanto, no necesitan ojos. Incluso es posible que los tardígrados usen opsinas para propósitos que no tienen nada que ver con la visión, pero esto es solo una hipótesis aún por probar. Lo cierto es que, a partir del análisis de sus ojos, parece claro que los tardígrados no ven colores: son casi invencibles, pero su mundo es blanco y negro.