Los babuinos (como nosotros) también son cooperadores estratégicos
Los babuinos de Guinea son capaces de cooperar estratégicamente entre sí, premiando el altruismo y castigando el egoísmo. Igual que los seres humanos.
Los babuinos son uno de los primates más sociales que existen, y su organización grupal es especialmente compleja: viven en unidades formadas por uno o dos machos y varias hembras y crías, y estas unidades a su vez forman parte de una «tropa» mayor que puede comprender hasta 300 ejemplares.
Una sociedad tan compleja requiere una gran cooperación para funcionar, y un nuevo estudio publicado en Science Advances muestra que al menos una especie de babuino, el babuino de Guinea, es capaz de lo que se denomina cooperación estratégica, un comportamiento típicamente humano y aparentemente demasiado complejo para otros primates.
El juego de las parejas. Imagina que haces un favor a una persona, aparentemente desinteresado: por ejemplo, está lloviendo fuera y prestas tu paraguas a un colega (tienes un impermeable con capucha). La próxima vez que llueva, si eres tú el que no tiene paraguas, esperas que el colega te preste el suyo para devolverle el favor. Si no, la próxima vez te lo pensarás dos veces antes de hacerlo.
El estudio de la Université Aix-Marseille, realizado en el centro de primates de la universidad, puso a un grupo de babuinos guineanos en las mismas condiciones haciéndoles participar en un «juego de parejas». Cada babuino estaba equipado con una pantalla táctil y separado de su compañero por una pantalla de cristal transparente que le permitía observar sus acciones.
La pantalla (que los animales ya sabían utilizar como resultado de experimentos anteriores) mostraba dos botones: al tocar uno de ellos, el babuino era recompensado con un tentempié, mientras que al tocar el otro el tentempié se daba también al ejemplar situado al otro lado de la pantalla.
Legado del pasado. La inmensa mayoría de las veces (el experimento se repitió 250.000 veces a lo largo de tres meses), los babuinos optaron por recompensarse a sí mismos y también a su pareja. A continuación, se enfrentaron a una nueva prueba: dos botones, uno de los cuales daba un tentempié a la pareja (pero no al «recompensador») y el otro sin ningún efecto.
También en este caso, la mayoría de los babuinos optó por recompensar a su pareja de todos modos, incluso sin obtener nada a cambio; los que no lo hicieron, y prefirieron tocar el botón neutro, fueron castigados por los otros ejemplares, siendo excluidos a su vez de la recompensa. En algunos casos, incluso, el babuino que veía a su compañero pulsar el botón «inútil» se levantaba de su puesto e iba a buscar otro libre, con la esperanza de encontrar un compañero más generoso. Los babuinos (aunque hasta ahora sólo se han probado en laboratorio) son, por tanto, capaces de cooperación estratégica y, según los autores del estudio, podrían haberla heredado de un antepasado común con nosotros, los humanos, que vivió hace 30 millones de años.