El superpoder de los delfines mulares: «sienten» la electricidad
Los delfines mulares tienen estructuras especiales en el hocico que les permiten sentir incluso campos eléctricos muy débiles. Y cazar con más eficacia.

Cuando los delfines mulares vienen al mundo, tienen dos filas de bigotes en el hocico que se parecen a los de las focas. En poco tiempo, sin embargo, estas estructuras se caen, y lo único que les queda a estos delfines son los hoyuelos que antes albergaban los pelos, y que hasta ahora se creía que no eran más que «restos».
Sin embargo, un equipo de la Universidad de Rostock observó la similitud entre estas estructuras anatómicas y otras similares que los tiburones utilizan para detectar campos eléctricos, un «superpoder» que les permite cazar con mayor eficacia. Según un estudio publicado en Journal of Experimental Biology los científicos comprobaron esta teoría poniendo a prueba a dos delfines mulares que vivían en el zoo de Núremberg, llamados Donna y Dolly.
Las aventuras de Donna y Dolly
A los dos delfines mulares se les enseñó un ejercicio muy sencillo: apoyar el hocico en una barra metálica apoyada en el fondo del mar. A continuación, el equipo sumergió dos electrodos a unos centímetros de los hocicos de los cetáceos y los utilizó para producir un campo eléctrico débil: entonces se enseñó a Donna y Dolly a alejar el hocico de la barra si percibían su presencia.
Y los dos delfines mulares lo hicieron: el experimento comenzó con un campo relativamente potente (500 μV/cm, es decir, microvoltios por centímetro) que luego se fue debilitando gradualmente hasta un mínimo de 2 μV/cm. Donna y Dolly respondieron correctamente a los estímulos casi hasta el final: la primera, en particular, demostró un campo de hasta 2,4 μV/cm, mientras que Dolly fue menos sensible, deteniéndose en 5,5 μV/cm.
¿Arma o brújula?
A continuación, el equipo de la Universidad de Rostock intentó cambiar la naturaleza del campo eléctrico de continuo a pulsante, cambiando la intensidad 1, 5 ó 25 veces por segundo. En este caso, los delfines mulares (sobre todo la habitual Dolly) demostraron estar menos dotados, demostrando que también son capaces de percibir campos eléctricos variables, aunque con menos precisión.
¿Para qué sirve este «sentido» suplementario? Una hipótesis es que ayuda a los delfines mulares a detectar con precisión presas ocultas bajo la arena, lo que les permite asestar el golpe decisivo a corta distancia. También podría interactuar con el campo magnético de la Tierra, y ser así una herramienta de navegación incluso a grandes distancias.