¿Qué es la enfermedad del ciervo zombi? ¿Es peligrosa para los humanos?

En EE.UU., cada vez hay más ciervos afectados por la enfermedad del ciervo zombi, o caquexia crónica: ¿podría transmitirse a otros mamíferos, incluidos los humanos?

El ciervo bura es una de las especies más afectadas por la enfermedad del ciervo zombi en Yellowstone.

Seguramente recordarán cuando, a finales de los años 90, se empezó a hablar cada vez con más frecuencia del llamado «mal de las vacas locas», y la palabra «prión» pasó a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano.

Ahora, desde Estados Unidos nos llega una alarma que amenaza con volver a poner de moda ciertos términos: la enfermedad de la caquexia crónica, también conocida como enfermedad del ciervo zombi, se está extendiendo en Estados Unidos, y en los últimos años ha llegado incluso a Yellowstone, donde se encuentra la mayor concentración de ciervos del continente americano.

El temor a CDC (la agencia estadounidense de control y prevención de enfermedades) es que podría extenderse como un reguero de pólvora por el ecosistema, e incluso dar el temido salto de especie a otros mamíferos e incluso a nosotros, los humanos.

Cómo los ciervos se convierten en zombis. La enfermedad del ciervo zombi está causada, como el mal de las vacas locas, por un prión, una molécula proteica «mutada» capaz de infectar a otras proteínas transformándolas a su imagen. Cuando un ciervo enferma, su muerte es segura: no hay cura ni vacuna.

Y no es difícil detectar a un animal infectado: babea, se mueve lentamente, tropieza, está letárgico y su mirada es fija y vidriosa, razón por la que la enfermedad ha recibido el apodo de «ciervo zombi». En los últimos meses, cada vez más cazadores han observado ejemplares de varias especies de ciervos que presentan estos síntomas, y cada vez son más los que encuentran los cadáveres de los animales enfermos.

Lo más frustrante para quienes se enfrentan a la enfermedad es que el reciente brote era en cierto modo previsible: la caquexia crónica lleva años extendiéndose lentamente por Estados Unidos sin que las autoridades locales hagan nada por detenerla, y era inevitable que tarde o temprano llegara también a una zona densamente poblada.

El riesgo de propagación. El problema de la enfermedad del ciervo zombi no es sólo que amenaza con acabar con los ciervos de Yellowstone, sino también que, al igual que el prión de las vacas locas, siempre existe la posibilidad de que se produzca un spillover, el tan temido salto de especie, por el que la enfermedad «se transmite» a otros animales que hasta entonces habían sido inmunes.

Ocurrió con la encefalopatía espongiforme, que llegó a transmitirse incluso a las personas, y podría ocurrir también con la enfermedad del ciervo zombi, que podría contagiarse a otros mamíferos, al ganado o incluso a nosotros, los humanos. Lo cual no quiere decir que vaya a ocurrir: es, sin embargo, un riesgo que hay que tener en cuenta, y que debería invitarnos a empezar a tomarnos un poco más en serio lo que está resultando ser una emergencia.

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