El misterio de la ‘espiral de la muerte’ de los pulpos

Supervivencia de la especie: algunos pulpos (pero no todos) entran en un «suicidio programado» tras poner sus huevos. Ahora sabemos por qué.

Las hembras de algunas especies de pulpo se dejan morir después de poner sus huevos. He aquí por qué…

Los pulpos son animales muy inteligentes, pero también muy diferentes de nosotros, por eso no siempre son fáciles de entender. Por ejemplo, hay una estrategia reproductiva presente sólo en unas pocas especies de pulpos que conocemos desde hace al menos cincuenta años, pero para la que aún no habíamos sido capaces de encontrar una explicación: el «suicidio controlado» de las hembras que, tras poner sus huevos, experimentan importantes cambios de comportamiento que las llevan a morir de hambre en poco tiempo.

Un estudio publicado en Current Biology revela por primera vez los mecanismos que subyacen a esta espiral de muerte, confirmando, entre otras cosas, una teoría formulada ya en los años setenta.

Todo en una glándula. Empecemos por el pasado: el primero en dar una explicación al comportamiento suicida de las hembras de pulpo fue Jerome Wodinsky, psicólogo de la Universidad de Brandeis, que realizó un estudio en los años 70, cuyos resultados salieron del mundo académico y llegaron al gran público: aquí por ejemplo fue el Washington Post quien le entrevistó en 1977.

Intuición confirmada. Wodinsky creía haber identificado el centro de este comportamiento en la llamada glándula óptica, una pequeña glándula que se encuentra, como su nombre indica, en el cráneo de los pulpos, justo entre los ojos; así, el investigador extirpó quirúrgicamente la glándula de algunas hembras, que, en lugar de morir poco después de poner sus huevos, siguieron viviendo tranquilamente. Con los medios de hoy, el equipo de la Universidad de Chicago que publicó el estudio ha podido investigar este mecanismo con más detalle, estudiando lo que ocurre en la glándula óptica después del nacimiento.

Autolesiones. Lo que descubrieron es un marcado cambio en el metabolismo del colesterol, que a su vez provoca un aumento de la producción de hormonas esteroideas. Esto ocurre a través de tres vías metabólicas diferentes: el hecho de que la «espiral» vaya precedida de claros cambios de comportamiento sugiere que no se trata de un único proceso, sino de tres procesos diferentes, todos ellos encaminados al mismo objetivo: la muerte del animal.

Más misterios. Uno de estos tres procesos en particular se caracteriza por la presencia de una molécula llamada 7-dehidrocolesterol, que en los humanos se asocia a un trastorno genético que lleva a quienes lo padecen a realizar actos de autolesión: es interesante porque algunas hembras de pulpo también se autolesionan las extremidades durante la espiral. El estudio responde a muchas preguntas, pero no resuelve todos los misterios de la espiral de la muerte: por ejemplo, ¿por qué sólo algunas especies de pulpo se comportan así, a pesar de que la glándula óptica está presente en todas ellas?

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